miércoles, 28 de junio de 2017

Primeros cuidados de un bebé

En la primera etapa de la vida del pequeño, el pediatra juega un papel esencial, no solo en lo que se refiere al reconocimiento del recién nacido, asimismo en las indicaciones que este debe hacer a los progenitores, aparte de estimularles a fin de que lean y se notifiquen sobre el desarrollo del bebé, su alimentación, las enfermedades propias de la niñez, las distintas etapas del desarrollo neurológico y madurativo, la relación con otros pequeños o bien de qué manera encarar las posibles contrariedades que sucedan en el desarrollo del bebé para de esta forma encarar juntos, progenitores y pediatra, la supervisión del adecuado desarrollo del pequeño.

Estas son ciertas reglas básicas para los primeros días hasta el momento en que los progenitores puedan efectuar la primera consulta al pediatra y iniciar de esta manera las visitas periódicas establecidas en el control del pequeño sano. Estas reglas son solo orientativas y, lógicamente, no reemplazan las indicaciones del pediatra de cabecera, al que debemos preguntar toda vez que exista la más menor duda.

Lactancia materna, la más recomendada

Al salir del centro de salud, la nueva mamá ya tiene cierto adiestramiento en la técnica de la lactancia materna merced a los médicos, enfermeras y auxiliares de donde ha dado a luz. Además de esto, ya nota que le sube la leche o bien al menos, el calostro (la primera leche). Incluso de esta manera, la relevancia de efectuar una adecuada nutrición del pequeño justifica que incidamos de nuevo en revisar esta técnica.

Primeramente hay que coger al bebé por la espalda, situándola paralela a la de la madre. Esta debe estar sentada con la espalda recta y apoyada sobre el respaldo de una silla o bien de un sillón; sobre todo es esencial que esté cómoda, sin tensiones musculares que puedan ocasionar contracturas. De esta manera, hay otras situaciones, como tumbada en cama, que pueden servir siempre que cumplan el requisito de comodidad para la mamá y el bebé.

Una vez cómodos y también instalados, el pequeño debe ver con sus 2 ojos el pecho de la madre y, al coger el pezón, introducir la aréola entera en su boca; en esta postura la nariz del pequeño se queja contra el pecho.

La duración cambia, no te obsesiones con el tiempo, debes dejar al pequeño al pecho hasta el momento en que  se aparte o bien veas que ya no desea más. Es esencial que vacíe un pecho ya antes de ofrecerle el próximo en tanto que la parte más calorífica y grasa está al final de la toma.

Una vez terminada la toma, debemos poner al pequeño en el hombro a fin de que eche el aire, si en unos veinte minutos no ha eructado, interpretamos que el aire lo suprimirá por abajo.

Conviértete en un experto, mira algunos consejos para los primeros cuidados de nuestro bebé. ¡GRACIAS MAMÁ!

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